En el mundo del emprendimiento, es bien facil llenarse de ideas, planes y estrategias complejas. La verdad es que, al inicio, todo se reduce a algo muy simple: hacer sonar la caja registradora lo antes posible. Este consejo, aunque básico, puede cambiar por completo cómo enfocas tu negocio, y te cuento por qué:
Importa la velocidad
Cuando enfocas tus esfuerzos en generar ingresos rápido, no solo estás buscando sobrevivir; estás validando que lo que haces realmente tiene valor para los demás. Quién te valida? Tus clientes, con su dinero. Y esto es lo que logras:
Conectarte con tus clientes: Entiendes qué necesitan y qué están dispuestos a pagar.
Afinar tu oferta: Cada venta es una señal de que estás en el camino correcto (o no).
Crear estabilidad: El dinero que entra te da el oxígeno que necesitas para seguir avanzando.
No es cuestión de perseguir ganancias porque sí. Es cuestión de aprender rápido y saber si lo que estás haciendo tiene sentido en el mercado.
Más Acción, Menos Perfecto
En mi experiencia, muchas veces nos distraemos con querer lanzar algo “perfecto” o pensando en el largo plazo, pero al final, lo que realmente importa es lo que haces hoy (no mañana). Cada venta, por pequeña que sea, te da feedback para mejorar. Ese sonido de la caja registradora es una señal de vida: te dice que vas en la dirección correcta.
Seamos claros
No importa si estás empezando o si ya tienes tiempo con tu negocio, siempre vuelve a lo básico. Enfócate en resolver un problema, en conectar con tus clientes y en vender algo que realmente les haga la vida mejor. Eso es todo. La caja registradora no miente: te dice si estás creando algo que vale la pena.
Entonces…
Hacer sonar la caja registradora no es solo un objetivo financiero, es el ritmo que marca el crecimiento. Así que si estás empezando o buscando redirigir tu enfoque, aquí va mi consejo: deja de pensar tanto y empieza a vender algo que la gente valore hoy mismo.
Ninguna startup nació exitosa. Aquí te comparto 10 historias reales de cómo compañías como Airbnb, DoorDash e Instacart empezaron haciendo cosas manuales, fuera de escala, para validar sus ideas y tener éxito.
Airbnb – Fotos profesionales Los fundadores, Brian Chesky y Joe Gebbia, alquilaron cámaras y fotografiaron personalmente propiedades en Nueva York. Esto mejoró la calidad visual de los listados, disparando las reservas.
Airbnb – Cajas de cereales Para recaudar fondos, crearon “Obama O’s” y “Cap’n McCain’s”, cereales temáticos para la campaña electoral del 2008, vendiéndolos a $40 por caja. Recaudaron $30,000 que les ayudaron a sobrevivir.
Rent the Runway – Vestidos en universidades Las fundadoras llevaron racks de vestidos a universidades para permitir que las estudiantes los probaran, recopilando opiniones y validando la idea de alquilar ropa de diseñador.
DoorDash – Entregas personales Tony Xu y su equipo comenzaron entregando pedidos ellos mismos, tocando puertas y recibiendo feedback directo de los clientes para ajustar el servicio.
Warby Parker – Monturas desde casa Los fundadores enviaron monturas de prueba desde sus propias casas para entender qué diseños y precios preferían los clientes, optimizando su modelo de negocio.
Instacart – Compras manuales Apoorva Mehta realizó las compras y entregas de los primeros pedidos, permitiéndole identificar problemas en el proceso antes de construir un sistema escalable.
Zappos – Fotos en tiendas locales Nick Swinmurn tomaba fotos de zapatos en tiendas locales y las publicaba online. Cuando alguien hacía una compra, él iba a la tienda, compraba los zapatos y los enviaba al cliente, validando la demanda sin necesidad de inventario.
Stitch Fix – Curaduría personalizada Katrina Lake seleccionaba manualmente ropa para sus primeros clientes desde su sala de estar, enviándola en cajas para validar su modelo basado en recomendaciones personalizadas.
Lime – Bicicletas manuales Antes de scooters eléctricos, Lime probó su modelo con bicicletas usadas, colocándolas en comunidades pequeñas para observar si las personas las usaban para trayectos cortos.
Glossier – Pruebas callejeras Emily Weiss, antes de lanzar Glossier, ofrecía muestras de maquillaje en las calles de Nueva York, recopilando opiniones directas de los usuarios para ajustar sus productos.
la yapa:
GetLavado – Webs para lavanderías en pandemia
Cuando la pandemia cerró las lavanderías por meses, para sobrevivir creé plataformas de comercio electrónico personalizadas (white-label ecommerce) para grandes lavanderías en España, EE. UU., México y Latam. Cobré en dólares, mantuve la nómina y entendí mejor a los clientes de otras regiones. Aunque luego descontinué el proyecto, ayudó a mantenernos vivos.
Hacer cosas que no escalan no solo te permite validar tu negocio, sino también entender profundamente a tus clientes. Así que, si estás empezando, deja de preocuparte por la perfección o la escala y enfócate en conectar con tu mercado de la manera más auténtica posible. Los resultados hablarán por sí solos 😉
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Marc Andreessen, cofundador de Netscape y uno de los inversores más influyentes del mundo tech a través de su firma Andreessen Horowitz, tiene una perspectiva bastante inusual sobre la productividad. Andreessen Horowitz ha invertido en compañías que todos conocemos, como Facebook, Airbnb, y GitHub, impulsando a muchas de las startups más exitosas del mundo. Su enfoque rompe con muchas normas establecidas y tiene un aire liberador, pero también desafiante. Hoy quiero compartir y analizar algunos de los puntos más interesantes de esta guía, con mi propia interpretación de cómo aplicarlos en el día a día. Let’s go:
No tener un calendario estructurado
Marc comienza con una idea que puede sonar loca para la mayoría de nosotros: no tener un calendario estructurado. Básicamente, lo que propone es rechazar comprometerte a reuniones o actividades en horas específicas para poder enfocarte en lo más importante o lo más interesante en cada momento. Imagínate la libertad de trabajar solo en lo que tiene verdadero impacto, sin las distracciones de reuniones que muchas veces parecen más bien un robo de tiempo.
Claro, esta idea no es para todos. Si tienes un trabajo que depende de una estructura, reuniones, o coordinaciones con otros, esto se complica. Pero para aquellos con cierta flexibilidad, es una manera de maximizar lo que realmente aporta valor. Es un poco como mantener el espacio libre para la improvisación. Si tienes la libertad de intentarlo, puede ser una de las cosas más liberadoras para tu productividad.
3 listas, y nada más
Andreessen sugiere mantener solo 3 listas:
Una lista de tareas (lo que sí o sí debes hacer).
Una lista de seguimiento (cosas que estás esperando o que debes verificar).
Una lista de cosas para “más tarde” (ideas y pendientes que pueden esperar).
Si algo no está en esas listas, entonces simplemente no es relevante. Esto suena tan simple, pero de verdad ayuda a enfocarse solo en lo que importa, eliminando distracciones innecesarias.
Planificación diaria en una hoja de papel
Una de las partes que más me gusta es la idea de usar una pequeña hoja de papel o una lista simple. La noche anterior, anotas 3 a 5 tareas clave para el siguiente día, y luego al día siguiente te concentras en completarlas. Parece ridículamente básico, pero puede ser muy poderoso. Muchas veces nos sobrecargamos de tareas y al final del día nos sentimos improductivos. En cambio, con esta técnica puedes terminar el día con la satisfacción de haber hecho lo que te propusiste.
Procrastinación estructurada
Esto es genial: en lugar de luchar contra la procrastinación, úsala! Si estás evitando algo, aprovecha esa energía para hacer otras cosas productivas. Es algo que todos hemos hecho en algún momento, pero ponerle nombre y usarlo conscientemente puede ser un cambio de juego.
Incompetencia estratégica
Este punto es algo que me hizo reír. La idea es que si hay algo que no quieres hacer, la mejor manera de no volver a ser asignado a esa tarea es… hacerlo muy mal la primera vez. No es una técnica para todo, pero tiene su encanto.
Gestiona el correo electrónico solo dos veces al día
Para aquellos que sienten que el email los domina, este consejo puede ser especialmente útil. Andreessen sugiere revisar el correo solo dos veces al día para evitar la constante interrupción que provoca revisar los mensajes en cada momento. Esto es especialmente cierto si lo que quieres es trabajar en algo que requiere enfoque profundo.
No contestes el teléfono
Esto es simple: deja que las llamadas vayan al buzón de voz y luego devuelve las más importantes. El objetivo es evitar interrupciones constantes, y con audífonos puestos, incluso puedes evitar que te molesten en la oficina.
Haz solo lo que amas
Finalmente, y probablemente lo más importante: si no estás haciendo algo que amas, es momento de cambiar. Si te enfocas en lo que de verdad te apasiona, será mucho más fácil ser productivo y evitar distracciones que no aportan.
Conclusión
Lo que me gusta de esta guía es que no se trata de seguir un conjunto rígido de reglas, sino de encontrar maneras de liberarse de las distracciones y enfocarse en lo que realmente importa (mover la aguja). Hay mucho x aprender aquí, pero sobre todo, se trata de adaptar lo que resuena contigo y dejar lo demás.
La versión simplificada:
Aquí una versión simplificada de esta guía que puedes descargar directamente. Esta traducción se originó a partir del post original, ademas de un tweet que me inspiró, y que adapté para compartirla de forma más accesible. #NoParesDeAprender
Ser emprendedor es un camino de resistencia. Todos los días nos levantamos con un millón de problemas que resolver, con la presión de cumplir metas, y con la constante incertidumbre de si lo vamos a lograr. Pero esas historias, las de los emprendedores que están en la cancha, no se cuentan lo suficiente. No se está hablando de las noches sin dormir, de la soledad, de las veces que parece que todo va a salir mal.
Los emprendedores tenemos que aprender de todo: finanzas, programación, marketing, lo que sea necesario para que nuestras startups sobrevivan. Y lo hacemos con muy poco reconocimiento hasta que, finalmente, conseguimos un éxito visible. Ahí recién llegamos a las cámaras, pero el esfuerzo fue desde mucho antes.
Entonces, ¿qué pasa con los inversores?
No se trata de quitarles importancia. Los inversores son esenciales; sin ellos, muchas startups no tendrían la oportunidad de crecer o escalar. Pero, últimamente, siento que se ha romantizado demasiado su rol.
Si eres un emprendedor que está empezando, lo que realmente te va a ayudar no es escuchar historias de inversores en eventos, sino aprender de otros emprendedores que ya pasaron por donde tú estás. Las lecciones más valiosas vienen de quienes han recorrido el mismo camino, enfrentando los mismos desafíos.
He tenido inversores y estoy profundamente agradecido por todo lo que han aportado: no solo capital, sino también conexiones, consejos, y apoyo. Pero, al final del día, si no hay emprendedores construyendo algo exitoso, tampoco habrá retornos para los inversores. Todo el ecosistema depende de los emprendedores, quienes están en la primera línea, creando y ejecutando.
El héroe es el emprendedor
En el ecosistema de startups, es fácil ver a los inversores como los protagonistas. Pero la verdad es que los que están haciendo el trabajo duro, los que están creando y ejecutando, son los emprendedores. Como dicen por YC: “Make something people want”. Esa es una de nuestras misiones, día tras día, además de resolver problemas reales con recursos limitados y bajo presión constante.
Momento de cambiar el enfoque
Necesitamos darle más espacio a los emprendedores, contar sus historias y aprender de ellos. El éxito del ecosistema no está solo en cuánto capital se levanta, sino en cuántos emprendedores logran construir algo que trascienda. Los héroes no son los inversores, son los emprendedores.
